lunes, 15 de julio de 2013

El cante y el baile Flamenco

El flamenco es un género español de música y danza que se originó en Andalucía en el siglo XVIII, que tiene como base la música y la danza andaluza y en cuya creación y desarrollo tuvieron un papel fundamental los andaluces de etnia gitana. Aunque a través de su historia, el flamenco ha tenido una evolución que lo ha llevado a mezclarse con otros ritmos y tendencias musicales, el flamenco llamado puro, el cante jondo, sigue teniendo cabida en la actualidad, con artistas como La Paquera de Jerez, considerada por muchos la reina de las bulerías, Alonso Núñez Núñez, más conocido como “Rancapino” ó José Menese, entre muchos otros. El cante, el toque y el baile son las principales facetas del flamenco.



A  partir de los años cincuenta, el flamenco inicia una nueva etapa de dignificación y de justa acogida entre los aficionados al flamenco. Comienza la rehabilitación de los cantes fundamentales y el interés por el estudio y la historia de este arte singular.
En 1955, publica Anselmo González Climent su Flamencología, obra que logró que, en el 1956, Córdoba celebrara su Primer Concurso Nacional de Cante.
En los años sesenta, los escritores Juan de la Plata, Manuel Pérez Celdrán y Manuel Ríos Ruiz fundan la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera, que organizará concursos nacionales de arte flamenco.
A Antonio Mairena (1909-1983) se debe el rescate y la restauración de muchos cantes olvidados. Dominó casi todas las modalidades del cante. Puso especial interés en reunir los fragmentarios cantes olvidados o en vía de desaparición. Le preocupaba que los artistas que vinieran detrás de él le pudieran reprochar que hubiera hecho algo en el cante que no estaba dentro de los cánones. Mairena fue el último y más completo depositario del legado gitano-andaluz. Antonio Mairena es la figura que cierra los dos primeros siglos de la historia del cante flamenco. Acumuló en su arte la esencia toda de la tradición auténtica flamenca. En una época en la que el flamenco era despreciado y desconocido, Mairena permaneció fiel a la tradición del cante. A él se debe más que a nadie la salvación del flamenco en el siglo XX.





«Desde Mairena, el mundo expresiones flamenco despliega de nuevo toda su potencia en la pequeña reunión y el breve escenario, sin micrófono, sin coacciones, ni reflectores, sin normas ordenadoras de espectáculo teatral. Ha vuelto la mirada hacia las raíces, para tratar de recrear de nuevo el ambiente que lo caracterizaba en el pasado».
Manolo Caracol (1909-1973) fue una de las grandes figuras del cante flamenco en la postguerra. Caracol es el último gran intérprete de la tradición flamenca. Fue el primero en grabar para la posteridad en la marca Hispavox una Antología del Cante Flamenco en el 1957. Contribuyó a rehabilitar el cante flamenco-jondo.
Con la fundación de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera y el nacimiento de la Flamencología en los años sesenta, se organizaron concursos nacionales que fueron descubriendo grandes talentos del cante.
En la última mitad del siglo XX, se puede señalar un creciente interés intelectual por el flamenco.
«El Cante ha prosperado. Movidos por el estímulo del propio ambiente, los cantaores han rebuscado y difundido modalidades y especies flamencas que vegetaban a punto de extinguirse. Hoy se canta casi todo el repertorio flamenco, incluso formas que se creían perdidas para siempre.» 





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